Acabo de leer el Opinión de hoy en El País un artículo, con este título, de André Glucksman, un ex maoista de mayo del 68, reconvertido a liberal, crítico feroz de las dictaduras comunistas y defensor del Estado de Israel (me imagino que Carlos lo habrá leido a juzgar por los datos que da sobre la expulsión de los partidos de Ben Alí y Mubarak de la Internacional Socialista, datos insólitos por cierto) y me quedo con dos ideas:
1) La libertad no conoce de excepciones etnico-religiosas
y 2) A pesar de Sarkozy, Merkel, Rajoy, y como no Zapatero (chivo expiatorio donde los haya ultimamente), algo menos Obama que fue el primero que apoyó las movilizaciones en Túnez y Egipto, la libertad y los deseos de democracia acaban abriéndose paso. ¡ Igual vamos a tener que irnos a Egipto!
1) La libertad no conoce de excepciones etnico-religiosas
y 2) A pesar de Sarkozy, Merkel, Rajoy, y como no Zapatero (chivo expiatorio donde los haya ultimamente), algo menos Obama que fue el primero que apoyó las movilizaciones en Túnez y Egipto, la libertad y los deseos de democracia acaban abriéndose paso. ¡ Igual vamos a tener que irnos a Egipto!
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