Pues sí, mientras España se hunde (o lo hunden los mercados, y también Suiza en fútbol), todo el país se quedaba atónito a lo que pasaba en la televisión. España fiel a su juego y sin darle importancia a un rival que tenía todas las de perder, Suiza llegó, jugó su partido, anuló el juego de España y con un poco de fortuna se llevó el partido y los 3 puntos. Del Bosque, ese técnico de dudosa capacitación, no ordenó ningún tipo de alternativa al juego de España. No puso a Llorente, como el partido reclamaba, ni ofrecía apoyos cortos al borde del área para posibilitar pases interiores al área o para buscar remates desde fuera. Todo fue en vano, básicamente porque no hubo alternativa.
De nada sirvió la condena enérgica lanzada en la segunda parte por Zapatero en su llamada urgente al gobierno Suizo: "Si os dejáis meter gol, retiro la condena enérgica y recorto más derechos a los trabajadores e incluso declaramos al bollo Suizo como bien cultural del país".
Zapatero no contaba con otro problema. Los sindicatos nada más terminar el partido convocaron una reunión urgente para plantear el adelantamiento de la huelga general para mañana, "es ahora o nunca" le dijo Toxo a Méndez.
Pero con lo que no contaba nadie es con los fantasmas que de vez en cuando recorren a los equipos que necesitan ganar. Los afamados gafes "Principes de Asturias" no han tenido otra ocurrencia que acompañar a la roja en el día de hoy. ¡Maldita sea!. Precisamente hoy, en el debut de la roja.
Por favor, que esta gente abdique de una vez. Si no a Zapatero no le va a quedar más remedio que realizar también una enérgica condena a la presencia de la familia real en cualquier evento deportivo.

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