Crónica de la III Convocatoria.

El café El Ángel Azul, el lugar de sobremesa.

El Grupo Turia se ha reunido, horas antes de que el Glorioso se alce con la Copa, en el Momo de la calle Libertad,8 de la capital de España, un restaurant en esa transición entre la comida de diseño e internacional. Han asistido tres integrantes permanentes y un "oculto" a la logia. Las dos llamativas ausencias han sido ineludibles por cuestiones de índole inexcusable.
La presencia del “oculto” Hermman ha sido celebrada por la concurrencia y ha desplegado sus habituales mecanismos ensayísticos incómodos. Amante de la polémica y del Neorrealismo Italiano nos ha sometido a esa narrativa peculiar ya conocida por todos nosotros. El irredento se ha llevado las vueltas de la comida en una operación sigilosa cuando ha encontrado el momento propicio para embolsarse 10 eurazos de más y el servidor ha interrogado que, efectivamente, el cambio estaba mal a lo que, con impecable hieratismo, Hermman ha devuelto el 10% de dicha cantidad y a otra cosa. El servidor no ha estado conforme pero ha acatado el hecho como irresoluble. Por otro lado, Hermman ha defendido la postura de la conspiración mediática de Punto Radio, la Sexta y el diario Público y ha asegurado que este tanden es el “actual instrumento de apoyo de la línea intelectual de Zapatero”. Ha habido coloquio al respecto con posiciones divergentes. A eso de la media tarde, un sms de Peter nos informaba de su no asistencia a la cumbre por lo que se ha librado de la apisonadora que le teníamos preparada. Paco, el otro ausente, se ha refugiado en un Congreso sobre Bienes Inmuebles, la ventaja de no asistir esta tarde a la programada reunión de este madridista ha sido no tener que escuchar los merecedores elogios que Tar y SanCarlo han dedicado al Kun y al resto.
La post-comida la hemos departido en El Ángel Azul, Hermman ha estudiado el espacio y a las 17:00 ha desaparecido a lo que ha dicho, a unos talleres de artistas únicos ubicados al este de la ciudad. En honor a la verdad, decir que se ha presentado secretamente en la barra y ha pagado el cotarro heterodoxo de cafés, infusiones y licores que habíamos consumido. En cuanto cuelgue este post, me desplazo a casa de Tar a seguir la Final de la Copa frente al Sevilla C.F. con unos cuantos creyentes de esa religión que es el fútbol.

El Momo en C/ Libertad, 8. Madrid.

aspecto del local y comensales.